11.2.09

Tratamiento

Por el momento se desconoce la cura de esta enfermedad, por ello el tratamiento se basa en el control de los episodios de sueño diurnos y de la cataplexia, con medicamentos.
Durante años se utilizaban estimulantes como las anfetaminas (dextroanfetamina o metilfenidato) que eran bastante eficientes reduciendo la somnolencia diurna y mejorando los niveles de alerta. Pero estos medicamentos conllevaban amplios efectos secundarios: irritabilidad, nerviosismo, malestar e incluso anorexia.
También los antidepresivos, como la imipramina, disminuye la cataplexia pero no los episodios de sueño. Con el uso prolongado es posible que los pacientes lleguen a las adicción, y esto conlleva al aumento de la dosis para que la medicación sea eficiente.
El modafinil, un estimulante más suave que los anteriores, crea menos adicción y mantiene el estado de vigilia por más tiempo. El uso de este estimulante fue aprobado en 1999; tiene como efecto secundario dolores de cabeza y parece no llevar a la adicción.
En el 2002 se aprobó el uso de Xyrem para pacientes con narcolepsia y cataplexia, pero su distribución está muy restringida.



2.2.09

Cómo se diagnostica

Es difícil diagnosticarla y hay casos en los que se detecta con hasta 10 años de retraso. Se requiere un historial médico completo, un examen físico y unas pruebas del sueño. Existen dos pruebas esenciales para determinar el padecimiento de esta enfermedad:
  • El polisomnograma (PSG). Es una prueba realizada durante la noche donde se analiza el sueño del paciente y se toma nota de cualquier anormalidad en el sueño. Si se revelan anomalias en la fase REM del sueño es algo común en pacientes con narcolepsia, se muestran interrupciones en cuanto a los modelos normales de sueño y hay frecuentes despertares.
  • La prueba de latencia múltiple. Se realiza durante el día para determinar la tendencia del paciente a quedarse dormido. En la prueba,el paciente se toma cinco pequeñas siestas programadas. Los pacientes con narcolepsia se quedan dormidos por término medio en unos ocho minutos, y rápidamente llega a la fase REM del sueño. Una persona normal no se dormiría o se dormiría a los diez minutos.